Introducción
Empezamos Artífice siendo ajenas al mundo del arte. Dos abogadas que no teníamos contacto con los principales actores de dicho mercado más que como observadoras y coleccionistas eventuales. Una de las cosas que notamos fue la ausencia de crítica dentro de los diferentes espacios, ya sean galerías, ferias o museos. Sorprendida por este fenómeno como “outsider” quise adentrarme en las razones.
Los Orígenes
Uno de los principales problemas, como lo expone Óscar Benassini en “El fantasma de la crítica en México” es que no hay suficiente consumo para este tipo de publicaciones. Por lo tanto, hay pocos incentivos para generar un contenido de crítica serio y responsable. No hay buenas contraprestaciones para los autores que quisieran participar de la crítica.
Otro fenómeno que llama la atención es el “incesto” entre las diferentes disciplinas. Existen pocos críticos “puros”, pues muchos son a su vez curadores, artistas, museógrafos o colaboradores de la industria. Taiyana Pimentel, Directora y Curadora de el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, expone “Los críticos se han transformado en curadores, de ahí que los textos transcendentales relativos al análisis de las prácticas estén asociados a las muestras.”
También se podría argumentar en muchos casos el conflicto de interés. Los críticos son curadores, que a su vez están casados con artistas. Los herederos de empresas que proporcionan becas a su vez promueven a los artistas becados. Algunos museos solo promueven a ciertas galerías. Este fenómeno no es exclusivamente mexicano. En Estados Unidos, por ejemplo, Julia Halperin de Art Newspaper reporta que un tercio de todas las exhibiciones individuales de artistas en los museos vienen de únicamente 5 galerías. El problema de fondo es un mercado que atiende a una élite que se nutre a sí misma.
Conclusiones
Según la RAE la crítica es “un juicio expresado, generalmente de manera pública, sobre un espectáculo, una obra artística”. Dentro de esta acepción de la palabra, la crítica debe de ser “la capacidad de analizar y juzgar de forma neutral, imparcial y desinteresada para extraer pros y contras sobre algo en cuestión”.
Para tener una crítica verdadera del arte, de las obras y de los actores, debemos de fomentar a críticos externos que no estén comprometidos de manera profesional ni sentimental con el objeto de la crítica.