Generalmente experimento con scrap industrial como aluminio, acero, resinas acrílicas y los combino con otros desechos orgánicos como piedras regionales e inclusive madera. El contraste resultante no sólo es físico en términos de color, acabado o textura, sino también simbólico. Por ejemplo, los materiales industriales incluso si han sido desechados son nuevos y creados por el hombre, resultado de una transformación tecnológica, mientras que la materia orgánica es antigua y consecuencia de fenómenos naturales, como la solidificación de una piedra hace miles de años en la erupción de un volcán. La combinación de ambos crea una contradicción en la naturaleza, el reflejo de nuestra huella en el planeta.”